viernes, 13 de marzo de 2009

"Que pena que no existan violadores políticamente correctos"

Si vos pensabas, que el país ibérico solo tenía deportistas "number one's", políticos de izquierda que dicen, no tenemos que olvidarnos, que hasta Marx era europeo o reyes que piensan, todavía, que pueden mandar a callarnos...
Buenos si pensabas todo eso estas re pifiao'
Los largos años de bonanza económica, gracias a las privatizaciones latinoamericanas, no solo revivió pensamientos franquistas... NO!
También esta Alex de la Iglesia, con sus películas de puta madre (La Comunidad, El Día de la Bestia, 800 Balas, etc). Santiago Segura, o más conocido como Torrente... crack del cine bizarro o lo que sea.
Ska-p? Seee también esta bueno che...
Manu, cuenta?

En definitiva... todo es una excusa para mandarle está banda para gente con problemas que necesita hacerse la interesante y escuchar cosas raras. Sí, como yo, y cual hay?

Bueno, basta. Ahí va. Tomen el riesgo que para mi vale la pena.

Manos De Topo - Ortopedias Bonitas














1. El cartero (3:42)
2. Es Feo (1:52)
3. Carta a los Reyes (4:02)
4. Brumel (2:40)
5. Morir de Celos (2:35)
6. Otra llamada (3:40)
7. Los Japoneses no son tan chinos (3:24)
8. Feliz Mañana (3:08)
9. No Doy la talla (3:58)
10.Ballas en Dallas (3:44)
11.La Chica Tripolar (3:13)
12.La Estatua de la Libertad (10:24)

Myspace

Bajartelo (Todo gracias a Stay Free)

jueves, 12 de marzo de 2009

Filantropía - Julio Cortázar

Los famas son capaces de gestos de una gran generosidad, como por ejemplo cuando este fama encuentra a una pobre esperanza caída al pie de un cocotero, y alzándola en su automóvil la lleva a su casa y se ocupa de nutrirla y ofrecerle esparcimiento hasta que la esperanza tiene fuerza y se atreve a subir otra vez al cocotero. El fama se siente muy bueno después de este gesto, y en realidad es muy bueno, solamente que no se le ocurre pensar que dentro de pocos días la esperanza va a caerse otra vez del cocotero. Entonces mientras la esperanza está de nuevo caída al pie del cocotero, este fama en su club se siente muy bueno y piensa en la forma en que ayudó a la pobre esperanza cuando la encontró caída.
Los cronopios no son generosos por principio. Pasan al lado de las cosas más conmovedoras, como ser una pobre esperanza que no sabe atarse el zapato y gime, sentada en el cordón de la vereda. Estos cronopios ni miran a la esperanza, ocupadísimos en seguir con la vista una baba del diablo. Con seres así no se puede practicar coherentemente la beneficencia, por eso en las sociedades filantrópicas las autoridades son todas famas, y la bibliotecaria es una esperanza. Desde sus puestos los famas ayudan muchísimo a los cronopios, que se ne fregan.

Cortázar, Julio; Historias de cronopios y de famas, Buenos Aires, Sudamericana, 1994